La Medicina Holística o Integrativa deriva del término griego holos que significa todo, entero, totalidad y describe el sistema como un todo que determina como se comportan cada una de sus partes, concepto presente desde la época griega, de la mano de Aristóteles que en sus observaciones de la condición humana, consideraba que toda persona era combinación de rasgos físicos y espirituales sin una separación entre mente y cuerpo. A lo largo de los siglos se ha ido dejando de lado el concepto con el objetivo de comprender mejor el funcionamiento del cuerpo humano a través de la ciencia obteniendo grandes avances pero llegando a una situación subespecializada, lo que ha provocado que este enfoque no funcione bien en muchas enfermedades crónicas cuando hay afectación de más de un órgano, de hecho todos está conectados entre sí por lo que no podemos abordar uno sin el otro y más aún recuperar la visión de que somos seres humanos, somos más que un cuerpo, que un órgano, que una molécula y como seres vivos tenemos una inteligencia propia interna que hace que todos los sistemas se interpelaciones entre sí y funcionen adecuadamente; por lo que cuando se produce una alteración a uno de esos niveles, físico, emocional o mental el cuerpo se desequilibra favoreciendo el desarrollo de enfermedades, entonces la persona necesita recobrar de nuevo su equilibrio interno algo que conseguirá si llegamos a todos esos aspectos y al origen de su desequilibrio .

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La Medicina Integrativa está enfocada en la restitución de la salud teniendo en cuenta a la persona como un ser integral(cuerpo, mente y espíritu). Se enfoca en la curación mediante métodos menos invasivos y más inocuos integrando y respetando todas las modalidades de tratamiento apropiadas uniendo los conocimientos que nos aporta la ciencia con los complementarios y tradicionales de la experiencia milenaria de la medicina natural, basándose en la comprensión de los aspectos físicos, emocionales, espirituales y psicológicos del ser humano. Esto implica la participación activa de la persona  pasando de "padecer" a "hacer"para recuperar su estado de salud. Ya que restituir la salud no equivale a tratar; podemos tratar una enfermedad con un medicamento y mantenerla silenciada sin reestablecer la salud. La recuperación de la misma implicaría cambios en su estilo de vida para disminuir el estrés, sentirse bien consigo mismo, mejorar la alimentación, tomar consciencia y encontrar el sentido de la vida...